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Ayer me quedé dormida escuchando jazz después de tomar una copa de vino y recién me acabo de acordar y me acordé que estuve re feliz.

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El otro día necesitaba "algo" puntual de un chabón que me curto cuando me pinta (sí, yo manejo el vínculo acá) y me di cuenta que si no lo endiosaba, no lo iba a conseguir. Así que intenté chamuyarlo y mentirle amor (como ustedes siempre hacen para cogernos) y juro por mi vida que lo intenté, lo re mil juro pero mi cara de "qué paja esto" me delataba.

Me impresiona el poder del sexo en el hombre que pueden bancarse cualquiera jjkkjkjkj "respétensé" un poco jjkkjjkkjkj

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Mi especialidad es hacerte llegar al orgasmo completamente vestida, únicamente chapando.

Es como humillarlos sin siquiera proponérmelo.

I think I’m gonna chase that feeling jeje

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Honestamente hacer las cosas bien no me genera ningún tipo de placer.

Es más, me genera el mismo malestar que hacerlas mal.

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Para mi el amor es medio como hacer senderismo. Si te toca un día soleado ves todo claro disfrutando del paisaje. Y si se pone nublado o llueve, está todo bien porque ya va a cambiar, pero medio fiaca el día así raro. Para cuando hay neblina es una cagada, no se ve nada, no disfrutas el paisaje, no entendes qué camino es el correcto pero sí sabes que lo mejor es volver sobre tus pasos e irte a tu casa. Le rezas un toque a Dios para que no se haga de noche y si tenes batería en el celu googleas como definir el norte en medio de la naturaleza.

Me acuerdo que una vez me fui a caminar por Cariló a una zona que me encanta en la que se confunde el bosque con el mar. De repente aparecí en una ruta y no sabía si estaba en mar de las pampas o gesell o en dónde (porque soy de caminar hasta 20km) y para colmo no tenía batería para googlear o localizarme. Me dio ansiedad pero sabía que mientras no se hiciera de noche estaba todo bien.

En un momento llegué a una zona de medanos enormes que no divisaban la costa y pasadas dos horas al sol y sin agua apareció una camioneta que llevaba cuatriciclos y tablas de surf a la que le hice señas con los brazos y me dijo que “el mar está de espaldas al sol”. Gracias a eso llegué a mi casa.

El martes fui a tomar algo con un noviecito que tuve, sabiendo que él está muy lejos de ser el sol, o de volver a hacerme llorar o nublarme la visión. Lo transformé en una noche clara.

Pero a medida que pasaba la cita con él, me di cuenta que ya no era en elemento climático sino que siempre había sido un manual. Como todos. Un perverso, manipulador y narcisista manual sobre cómo humillar a las mujeres pasando desapercibido.

Habiendo decidido desde la primer cerveza no pasar la noche con él, cuando me llevó a mi casa y bajé del auto le dije a dios “Listo flaco, pasé la prueba, quiero mi certificado de “aprobado”, ya no la tengo que volver a rendir previa”.

Ahora cada vez que salgo a caminar siempre salgo con el cargador. Porque cuando tenes la batería cargada podes usar el GPS y ya no necesitas pedirle una señal a Dios.

Las cosas que uno descubre haciendo senderismo en el amor, no?